21 de septiembre
San Mateo
Ef 4,1-7.11-13 Os ruego que andéis según la vocación a la que habéis sido convocados
Tu llamada, Señor, desde el inicio, mediada por san Mateo, invitándome a seguirte más allá de san Mateo. “Sed humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo”. Dadme vuestro amor y gracia, que ellas me bastan.

El cielo como pradera
las nubes infernales
el rastro del primer rayo
desaparece en la luz.
Rompe mi cielo,
mi infierno,
mi rayo
mi despertar
en el rastro de tu luz
Todo lo penetras:
Días en que solo te respito a ti
que solo te veo a ti
que solo me muevo en ti.
Días en que muero y renazco en cada suspiro,
días de danza sin fin cuando Todo lo invades