¿Quiero rezar?

9 de octubre
Miércoles XXVII

Lc 11, 1-4 Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar

Uno de los discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar”. “Para orar solo tienes centrar tu mirada en mi, tu corazón en mí, solo entregarme tu ser, tu tiempo, y no esperar nada, ni querer sentir nada, ni pretender nada, solo amarme en el silencio, en la oscuridad, en la donación más radical. Para orar tienes que olvidarte de ti y centrarte en mí. Si quieres orar de verdad comienza a orar de verdad y déjate de zarandajas.” Y el viejo discípulo se marchó apesadumbrado, porque era muy rico y estaba mejor sin orar de verdad.

10.09

4 opiniones en “¿Quiero rezar?”

  1. La Oración es el alimento de mi alma.
    Sin ella sería otra persona, mis sentimientos no los controlaría, me dejaría llevar por la ira, y tantas cosas más.
    Con mi confianza puesta en Dios, sé que debo de seguir pidiendo, que mi oración sea sincera, sin condiciones, ver que se haga lo que Él quiere de mí. Con toda humildad te ruego;¡Señor, enséñame a orar!

  2. …Así quiero que sea mi oración. Hoy he aprendido a orar, a amar en silencio, a dejarme acariciar en el descanso, a esperar y a escuchar, a abandonarme en los brazos de mi padre, a descansar en la confianza. Así será mi oración.

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