8 de octubre
Martes XXVII
Lc 10, 38-42 Solo una cosa es necesaria
Solo una cosa es necesaria, solo en Dios descansa mi ser. ¿Por qué voy inquieto y nervioso, trajinando mis quehaceres, sin tener la vista puesta en ti, en tu ser en mi, en tu deshacerme para que me de cuenta que tú solo eres necesario, que en ti está la fuente viva, que en tus manos están mis afanes, que mi suerte está en tus manos. Siendo Marta, siendo María, trabajando, holgando, solo en ti, solo por ti, solo para ti.
Distraído
pero embebido en ti
espero tu paso
tu manifestación oculta
para verte sin verte
en lo escondido
Desde lo más profundo del corazón os digo a todos:
Vida y muerte son un asunto serio,
Todo pasa deprisa.
estad todos muy vigilantes,
nadie sea descuidado,
nadie olvidadizo
(Sutra budista)
Creo que Jesús, valora mucho lo que nace de un corazón inquieto por hacer su voluntad.
Para mí, tanto en la acción como en la oración está Él, es necesario no separarlo, porque una vida tiene sentido, en la entrega unida a la oración, los hermanos son Él.