perdido

24 de febrero
Miércoles II de cuaresma

Mt 20, 17-28 El que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor

Arranca de mi, Señor, cualquier deseo de grandeza que no sea de servicio desinteresado, desapercibido, sencillo, humilde, perdido, para tu servicio, para tu gloria, para el bien de los más pobres, más sencillos, más humildes, más desgarrados. Cambia la lógica del reconocimiento, del prestigio, de la apariencia, del poder, en mi pobre corazón, que solo desea rendirse a tu misericordia. De una vez.

02.24

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “perdido”

  1. Señor, que siempre me mueva el servicio, la entrega a mis hermanos.
    Tú, eres el que mejor conoces el fondo de mis acciones, en tus manos las pongo.

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