La derrota

17 de enero
Jueves I

Is 4, 1-11 Fue una derrota tremenda

¿Cómo es que los filisteos, enemigos de Israel, vencen a tu pueblo? ¿Cómo es que estando tu presencia en medio del campamento caen treinta mil de la infantería israelita? ¿Por qué tú arca de la alianza es capturada? ¿Cómo y porqué sufro la derrota en mi propia tentación, de mi propio pecado? ¿Por qué el mundo sufre, y tus elegidos sufren, y tantos inocentes y pobres, tus preferidos, son derrotados cada día? Y desde la oscuridad de la fe te pido, Señor, amor para amarte aunque no entienda.

Aquí estoy

16 de enero
Miércoles I

1 Sm 3, 1-10.19-20 Aquí estoy

Decírtelo una y otra vez a lo largo del día de hoy: Aquí, estoy. Repetirlo como un rosario de abandono y disponibilidad. Atarme a estas palabras para ofrecerte mi ser y mi obrar, mi deseo y realidad, mi presente y mi futuro, todo lo que soy y tengo, sin reservas ni otra voluntad que buscar la tuya: “Aquí estoy, Señor, porque me has llamado” Qué fácil me es escribir y decir, qué difícil vivir así.

Ahí sufre

15 de enero
Martes I

 1 S 1, 9-20 Soy una mujer que sufre

Es lo que te dice Ana, Señor en su oración. Hoy uno mi oración, y la pongo ante ti, a la de tantas mujeres que sufren: mujeres maltratadas, mujeres vejadas, mujeres esclavizadas, mujeres despreciadas, ignoradas, engañadas,  explotadas, disminuidas, mutiladas, utilizadas como objeto sexual; mujeres olvidadas, mujeres sin las mismas oportunidades que el hombre; mujeres que se dirigen a ti, o que no saben dirigirse a ti, y rompen su oración en la corola de la vida. Y quiero escuchar las mismas palabras de Ana: “Vete en paz. Que el Señor te conceda lo que has pedido”

Cerca

14 de enero
Lunes I
Mc 1, 14-20  Está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el evangelio.

Este es tu anuncio, Señor, es la palabra con la que comienzas tu predicación, es la palabra del inicio. Principio, inicio, comienzo que me ofreces a empezar el tiempo ordinario, donde me ofreces tu Reino, que ya se hace presente entre nosotros, donde me llamas a la conversión, a creer en Ti y en la buena noticia que nos traes. Ayúdame, Señor Jesús, pues sin ti nada puedo.

Bautismo de Jesús

13 de enero
Bautismo de Jesús
Is 42, 1-4.6-7 Mirad a mi siervo, a quien sostengo

Deseo mirarte, Señor, a la cola de los pecadores, esperando el bautismo, como uno de tantos; deseo contemplarte hombre como nosotros; sostenido por Dios, lleno de espíritu. Hijo amado y predilecto. Y contigo quiero entrar en el río del agua viva que me ofreces, cogido de la mano, formado por ti, hecho en ti hijo y amado.  y, unido a ti, anunciar el año de gracia, de salvación, de liberación.

Ama a su pueblo

12 de enero
Feria de Navidad
Salmo 149 El Señor ama a su pueblo

Lo hemos comprobado en este tiempo de Navidad, que cerramos. Tú amas a tu pueblo, has iluminado tu rostro sobre nosotros, los confines de la tierra han contemplado tu belleza, tú eres nuestro Dios y Señor hecho salvación para todos los que creen en ti. Te has manifestado, con toda tu luz, en medio de nuestra oscuridad, como una fuente de amor. Me pregunto que significan todas estas palabras que escribo,  que leo, sin son verdad en mi vida.  En cualquier caso, me abro a ti y te doy las gracias.

Limpiarme

11 de enero
Feria de Navidad

Lc 5, 12-16 Señor, si quieres puedes limpiarme
Esto es lo que te pido, Señor, después de haber estado toda la semana rumiando tu palabra sobre el amor. Limpia mi corazón lleno de desamor. Limpia mi corazón que padece la lepra de mi propio yo. Limpia, tu que quieres, todo aquello que me impide acoger tu amor, hacerme seno de tu amor, ser fecundo desde tu amor y darme como tú. Quiero escuchar hoy, Señor, tu frase liberadora: “Quiero, queda limpio”

El hermano

10 de enero
Feria de Navidad
1 Jn 4, 19-5,4 Si alguno dice amo a Dios y aborrece a su hermano es un mentiroso

En el hermano, en la hermana,  en el que tengo más cerca, en el que habita en mi propia casa y a veces no está en mi corazón. En el que piensa distinto de mí, en el que mis incoherencias se ponen de manifiesto. En el que suscita mi agresividad, en el que pone en duda mis verdades, en el que me altera, en el que me incordia, en el que me odia, en el que me impacienta y me desespera, en el que no amo…en esa persona, tan temida, se pone a prueba el amor que digo tener por Dios.

Adela de Batz, fundadora de la Familia Marianista, amó a Dios y al prójimo. Hoy recordamos su paso a la vida.

Amar en plenitud

9 de enero
Feria de Navidad

1 Jn 4, 11-18 Si nos amamos unos a  los otros Dios permanece en nosotros…

…y su amor llega a la plenitud. Amor que reconcilia,  amor que perdona, amor que crece, amor que atiende, amor que acepta, amor que escucha, amor paciente, amor que renuncia y se sabe sacrificar, amor que no busca el propio bien sino el del amado, que encuentra su gozo en amar sin reservas y sin buscar nada más que el objeto de su amor desinteresado…amor de Dios, amor que me llama a amar y me da la plenitud.

De Dios

8 de enero
Feria de Navidad

 1 Jn 4, 7-10 El amor es de Dios

Todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios, porque Dios es amor. Dios es el amante que desborda nuestro ser con su amor, que nos lo ofrece sin reservas, que nos lo regala en Jesús, recién nacido, frágil y fuerte en la debilidad de su amor. Dios es el amante que me ofrece su amor para que ame como él, pues solo desde él puedo amar con verdadero y gratuito amor. En su amor me hace vivir para darme. Desde su amor soy.