Anunciación

25 de marzo
Anunciación de Nuestro Señor

Lc 1, 26-38 Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Esta es una de las grandes realidades de mi vida. El anuncio que me haces, llamándome a la alegría porque me colmas de tus bendiciones, me engalanas con tu gracia, te haces un Dios cercano, que estás conmigo y me salvas. Todo se hizo más real en el momento de la Encarnación, cuanto tu espíritu entró en el seno de María y te hiciste carne, para nuestra salvación. Gracias, Señor, por esta fiesta que me recuerda quién soy y a qué soy llamado en ti.

Sed de ti

24 de marzo
Lunes III de cuaresma

Salmo 41 Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo

Una vez al mes, el lunes, la oración de la mañana se abre con este salmo. Que me llega directamente al corazón, para expresar mi anhelo de ti. Como busca la cierva corrientes de agua así me alma te busca a ti, Dios mío. Tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Dios vivo, que me das vida en los lugares de vida, y no entre las cosas muertas que me alejan de ti.

Terreno sagrado

23 de marzo
Domingo III de cuaresma

Ex 3, 1-8.13-15 Quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado

Te manifiestas. Me descalzas. Entro en terreno sagrado cuando te encuentro donde menos me lo espero. En las personas que claman desde su opresión. En los pobres y descartados de nuestra sociedad. En el desierto, fuera de los márgenes de la ciudad, en la paramera donde está la prisión. En la zarza que arde sin consumirse. Tú eres el que eres, y siempre me desconcierto ante ti, porque tu amor es más fuerte que mi muerte.

Bendice

22 de marzo

Sábado II de cuaresma

Salmo 102 Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura

Y para qué orar con otras palabras diferentes a la que tú pones en mis labios y en mi corazón

Sangre derramada

21 de marzo
Viernes II de cuaresma

Gn 37, 3-4.12-13.17-28 Vamos a matarlo

Aún hoy. Y la sangre de nuestros hermanos clama al cielo. En tantos lugares donde los conflictos siguen generando ríos de sangre. Donde no hay voluntad para encontrar la paz. Especialmente en la tierra que te vió nacer. Perdónanos, Señor.

Lázaro

20 de marzo

Jueves II de cuaresma

Lc 16, 19-31 Y un mendigo llamado Lázaro…

…con ganas de saciarse de lo que caís de la mesa de rico

Aún hoy. Nuestras migajas. A las que tantos pobres aspiran.  Especialmente aquellos que ponen en riesgo su vida para migrar desde sus países hasta nuestra Europa del bienestar. Esas personas, que son tuyas, que están en nuestras calles y plazas buscando participar de los restos que nosotros les dejamos. Que observan nuestra abundancia.

Conviértenos y haznos creer en tu evangelio.

San José

19 de marzo
San José

Mt 1,16.18-21.24ª José, como era justo

El justo José. Contigo y con María. Desde el inicio. Desafiando las apariencias, lo inexplicable, el qué dirán…abrazando tu misterio de amor, tu camino de salvación.Yendo más allá, con generosidad, con amplitud de miras. Confiado. Como él, Señor, nosotros en tu Iglesia. Haznos fecundos en el amor.

Humillado y enaltecido

18 de marzo

Martes II de cuaresma

Mt 21, 1-12 El que se enaltece será humillado, el que se humilla será enaltecido

La humildad, el camino que nos muestras. Ecce homo. No hay otro: ni padres, ni maestros, ni excelencias reverendísimas, ni canónigos, ni sochantres, ni yo me creo que soy más que tú porque….cuánto nos cuesta, Señor, vivir sencillos y humildes, descansando nuestros afanes en ti.

Misericordioso

17 de marzo
Lunes II de cuaresma

Lc 6, 36-38 Sed misericordiosos como vuestro padre es misericordioso

A ello nos llamas, Señor, tú, el rico en misericordia. Ayúdanos con la fuerza de tu gracia en nuestra debilidad inmisericorde. Danos el gesto y la palabra oportuna frente a quien se siente solo y desamparado. Ayúdanos a mostrarnos disponibles frente a quien se siente explotado y deprimido. Que en tu Iglesia, Señor, cada uno de nosotros seamos lugar de encuentro, de cuidado, de cercanía, de ternura, de acogida, de misericordia, de paz.

Luz en la sombra

16 de marzo
II domingo de cuaresma

Gn 15, 5-12


Abrán en el abismo de la propia oscuridad. Como tantos hombres y mujeres de nuestro mundo, enfrentados a los cuatro jinetes del apocalipsis: el sinsentido de un mundo que se deshace, la guerra, el hambre, la polarización. Y tú en el caballo blanco, transfigurado, lleno de luz, ofrecido: mi luz y mi salvación, la defensa de mi vida. Tu rostro buscaré, señor, no me escondas tu rostro.