25 de mayo
Corpus
Dt 8,2-3.14b-16 No te olvides del Señor tu Dios
Olvido que existes, Señor, cuando creo que todo lo puedo, que todo lo domino, que todo lo controlo, que todo lo consigo…o quiero creerlo. Y entonces desapareces de mi vida, te hago desaparecer, porque creo que soy dios. Te olvido cuando te concedo poco espacio en mi vida, poco tiempo, cuando no estás en mi horizonte vital…cuando no te amo con radicalidad. Y a pesar de mis olvidos tú nunca me olvidas, sino que me tienes en tu presente de amor.Y por eso me regalas, cada día, tu cuerpo que me llena de vida.