24 de junio
Natividad de San Juan Bautista
Lc 1, 57-66.80 Vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel
Desde el seno materno Juan experimentó la presencia de Jesús, en el seno de María, que le hacía saltar de gozo. Desde su nacimiento, que hoy conmemoramos, los parientes y vecinos se dieron cuenta que la mano del Señor estaba con él. Envuelto en esa realidad divina Juan acude al desierto, a la soledad, al silencio, donde estar a solas con quien ama y por quien es amado; donde purificar su corazón y sus labios para poder presentarse a su pueblo en nombre de Dios, y ser la voz que clama…en el desierto. Allí, Señor, me seduces. Allí me dejo seducir.