Nada de nada

26 de septiembre
Miércoles XXV
Lc 9, 1-6 No llevéis nada para el camino

Ni bastón, ni alforja, ni dinero. Os envío a proclamar el reino de Dios y a curar enfermos, lo que es signo de la presencia de este reino entre vosotros. No llevéis nada para el camino. Llevadme a mí, que soy el mismo camino. No confiéis en vuestras fuerzas, en vuestra capacidad. No pongáis la seguridad en lo que no la tiene. Vivid con austeridad y contención. Yo soy vuestra riqueza y vuestra fuerza. Eso es lo que ahora me dices, Señor.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

Un comentario en “Nada de nada”

  1. Para caminar, no hay nada mejor que ir ligeros de equipaje. A veces es el peso que queremos llevar encima, el que no queremos dejar atrás el que nos hace caminar despacio, pararnos a menudo, no mirar a nuestro alrededor, no fijarnos en el que llevamos al lado, en el que dejamos atrás.
    Señor, si Tú eres el camino, yo no necesito más nada para proclamar tu Palabra que tu presencia, tu fuerza y la seguridad que me ofreces, todo lo demás me estorbaría seguro. Solo te pido FE, porque la fe no pesa.

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