29 de abril
V domingo de pascua
Jn 15, 1-8 Mi padre es el labrador
Ara mi cuerpo, Señor, con el rastro de tu misericordia. Haz de mi carne tierra fértil, esponjosa, receptiva, fecunda a la semilla de tu gracia. Enriza mi vida en tu ser eterno. hazme flor diminuta, fruto explosivo de tu dicha y alegría. Se tu, una vez más, el labrador de mi ser.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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