23 de mayo
Viernes VII semana
St 5, 9-12 Porque el Señor es compasivo y misericordioso
Porque eres compasivo y misericordioso, porque me desbordas con tu gracia sin que yo lo sepa y lo note, porque me vistes con las galas de tu fidelidad y así apuntalas la fragilidad de mi constancia, porque me adornas con la paciencia que tienes conmigo, por eso, Señor, y por tantas cosas que crecen en lo oculto y en el silencio, te bendigo y no olvido tus beneficios, porque perdonas todas mis culpas, rescatas mi vida de las fosas donde me meto, porque me colmas de gracia y de ternura.
Nano, gracias por que me permites orar, agradecer, mirar que DIos, El Señor, es Jesùs y está cerca… a mi lado
Me emociono con mi Dios misericordioso y compasivo conmigo, con los mios. Me emociono y lloro. sentir su amor de tantas maneras, su mano, su cariño, su abraso. La presencia de un Dios con amor de MADRE.
Un Dios que recibió a mi madre, que la llevo a la mansión que ha preparado para ella… Gracias Señor, gracias por las misas y el cariño de mis amigos religiosos sacerdotes, gracias.
Siento cada día en mí, que el Señor es compasivo y misericordioso. Lo noto en mi amanecer, en mi mañana y en mi tarde, lo noto al dormir. Tal y como dice Cela, emociona pensar en el amor que el Señor nos tiene, amor que notamos continuamente en lo que otros llamarían cuasualidades y que yo llamo «mano de Dios». Él me ama con el amor de un padre y una madre juntos, por eso me gusta llamarle Abba.
Gracias, Señor, por esa compasión y esa misericordia que derramas sobre mí sin merecerlo.