Ábrete

 

10 de febrero
Viernes V

Mc 7, 31-37 Effeta

¡Effeta! ¡Ábrete! No sigas cerrado en tus propias claustrofobias. Ábrete. Airea tu interior con los vientos del espíritu que trae la realidad. Ábrete, dialoga, escucha, acércate al horizonte, déjate interpelar por lo que llega cada día, envuelto en el periódico, en los rostros que te cruzas, en las personas con las que te relacionas, en mi Palabra. Ábrete, no cierres tu ser al ser vivo que hay en ti cuando te abres a Mi y a tus hermanos. Eso me dices, Señor.

 

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.

2 opiniones en “Ábrete”

  1. Ábrete al murmullo de los árboles, al cielo despejado.
    Ábrete a un mundo en ruinas, una humanidad en descomposición.
    Ábrete cerrando tu corazón al mal.

  2. Abrete: Es a mí a quien me pides que me abra. Que me abra a ti, que me abra a los demás, a los cercanos y a los lejanos, a los que me llaman y me necesitan, a los que están sordos, mudos, vacíos, solos, tristes, habrientos y sedientos de ti porque no te conocen, porque no son capaces de guardar silencio para oirte.
    Señor, todo lo has hecho bien, haces oir a los sordos y hablar a los mudos, porque yo estaba sorda y muda y te escuché: Abrete.

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