Bienaventurados

29 de enero
IV domingo

Mt 5, 1-11 Bienaventurados

A eso me llamas, Señor. A ser feliz contigo. En cualquier circunstancia de la vida. En todo momento, en toda condición. Pobre de espíritu, misericordioso, llorando, limpio de corazón, con un corazón semejante al tuyo, lleno de amor, trabajando por la paz, perseguido por causa de la justicia, viviendo tu palabra, haciendo carne y hechos de vida, en mi vida, tu sermón de la montaña. Bienaventurado. Feliz.