26 de octubre
Miércoles XXX
Lc 13, 22-30 Esforzaos por entrar por la puerta estrecha
Oigo tu palabra. La acojo. La vivo como una llamada a cuidar mi vida espiritual. La puerta estrecha que me lleva al gran horizonte de tu amor. Que ensancha mi vida. Lo se. Racionalmente lo aceto. Pero tú me conoces. Llévame tú, Señor.