Samaritano

10 de julio
XV domingo

Lc 10, 25-37 Anda y haz tú lo mismo

A eso me mandas: a practicar la misericordia don el prójimo. Llegarme a donde está el herido, compadecerme, acercarme, vendarle las heridas, echar en ellas aceite y vino, montarle en mi propia cabalgadura, llevarle a la posada y cuidarle. A esto me llamas. A recibir tu vida en la llaga de mi hermano.