20 de marzo
III domingo de cuaresma

I C 10, 1-6-10-12 Y la roca era Cristo

Hoy, domingo de cuaresma, de todas las lecturas me quedo con esta frase. Y re pido, Señor, que realmente sigas siguiendo la roca de mi vida, la zarza ardiente, el manantial que sacia mi sed. Me descalzo y me adentro en tu ser sagrado, que me sostienes, pues in ti no puedo ni tan siquiera existir. Aunque lo intente.