Mi corazón

8 de febrero
Martes V

Mc 7, 1-13 Su corazón está lejos de mi

Veis aquí mi corazón, yo le pongo en vuestra palma: mi cuerpo, mi vida y alma, mis entrañas y afición. Dulce Esposo y Redención pues por vuestro me ofrecí: ¿Qué mandáis hacer de mí?
Y en eso se me va la vida, junto a ti.

Tocarte

7 de febrero
Lunes V

Mc6, 53-56 y los que lo tocaban se curaban

Pongo junto a la orla de tu manto a los enfermos mentales, tan estigmatizados, tan invisibles en nuestra sociedad, tan temidos, a los que marginamos con nuestras ideas preconcebidas. Cura nuestros prejuicios y a ellos dales tu paz y tu armonía.

Labios impuros

6 de febrero
V domingo

Is 6, 1-2ª.2-8 Yo hombre de labios impuros

Y lo soy. Con mis labios te dirijo la súplica: “Señor apártate de mi, que soy un pecador”. Y se que no te apartas, y por eso busco centrar mi vida más que en mi pecado en tu misericordia. Y remo como puedo mar adentro, confiado en tu Palabra. Y sigo echando las redes, lleno de estupor, por tu maravilla en mi vida. Gracias.

en soledad

5 de febrero
Sábado IV

Mc 6, 30-34 Venid vosotros a solas

Me llamas al silencio y a la soledad del estar solo contigo. Y acudo a tu llamada, para poder volver al mercado vacío de mí, lleno de ti, sin un mí, sin un ti.

Herodías

4 de febrero
Viernes IV

Mc 6, 14-29 Trajo la cabeza en una bandeja

Tu Palabra nos muestra hoy, Señor, tantos condicionamientos de la conducta humana que nos llevan al abismo de la muerte. El episodio del evangelio de hoy nos pone ante un espejo del cómo somos, cómo actuamos, cómo tomamos decisiones pequeñas que conducen a hechos muchos más graves. Sálvanos de nuestra propia necedad, Señor. Escuchar y meditar tu palabra nos ayuda, y es una camino de Salvación.

Ungido

3 de febrero
Jueves IV

Mc 6, 7-13 Ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban

Acercarse a los enfermos, al mundo de la enfermedad, en tu nombre. Ungirles con el aceite de tu consuelo y de tu misericordia, abrazar sus llagas, sostenerles, acompañarlos, visitarles. A eso somos llamados, Señor. Que respondamos con presteza a tus llamadas.

He visto

2 de febrero
Presentación del Señor

Lc 2, 22-40 Mis ojos han visto a tu Salvador

Mis ojos, mis pobres ojos, que te ven en medio de lo que no ven, en el misterio de la vida, en tu presencia oculta, en las manifestaciones insólitas en lo cotidiano de mi vida. Mis ojos que se ha centrado en ti, Señor de mi vida. Hoy en la jornada mundial de la vida religiosa te doy gracias porque me has llamado a la vida marianista, me has consagrado a ti, me sostienes, me mantienes, y dejas que mis ojos, mis pobres ojos, te vean como salvador de mi vida.

Absalón

1 de febrero
Martes IV

IISam 18, 9-10 y ss “Quien me diera haber muerto en tu lugar”

Este es el lamento de un padre cuando se entera de la muerte de su hijo. Por mucho que el hijo quisiese acabar con la vida del padre. Este eres tú, Señor, amándonos hata dar la vida por cada uno de nosotros. Pongo hoy en tus manos a todas la madres, a todos los padres que han perdido un hijo, especialmente a los que han sufrido el trauma de un suicidio. Hazte presente en medio de su dolor. Ya lo estás. Que te sientan cercano.