Huérfanos y viudas

16 de febrero
Miércoles VI

St 1, 19-27 Atender a viudas y huérfanos en su aflicción

Esa es la religiosidad verdadera, nos dice el apóstol, que no se anda con chiquitas. Y mientras tanto nosotros que si son churra o son merinas, que si yo de Pedro y tú de Pablo, que si que si no, que si digo si es que te estoy diciendo no, y viceversa. Y confundiendo a las pobres viudas y los pobres huérfanos, a los que aburrimos con nuestro discurso de autoprotección. Y tú no te aburres de nosotros, Señor, porque tienes entrañas de misericordia, pero nos dices, como ayer, ¿tenéis el corazón embotado?