San Juan de la Cruz

14 de diciembre
San Juan de la Cruz

Sofonías 3. 1-2; 9-13 Pastarán y descansarán

Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.

Pues ya si en el ejido
de hoy más no fuere vista ni hallada,
diréis que me he perdido,
que, andando enamorada,
me hice perdediza y fui ganada.

Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces brazos del Amado.

ojos perfectos

13 de diciembre
Lunes III adviento

Números 21, 2-7 Oráculo del hombre de ojos perfectos

y véante mis ojos, pues eres lumbre de ellos, y sólo para ti quiero tenerlos. (…) Oh cristalina fuente, si en esos tus semblantes plateados formases de repente los ojos deseados que tengo en mis entrañas dibujados!(…) Cuando tú me mirabas, su gracia en mí tus ojos imprimían; por eso me adamabas, y en eso merecían los míos adorar lo que veían.

Alégrate

12 de diciembre
III domingo de aviento

So 3, 14-18 Alégrate, hija de Sión

Alégrate, el Señor está en medio de ti, valiente y salvado; se alegra y goza contigo.
Alegraos en el Señor. Alégrate, tú también, que llego a ti. Que cada vez estoy más cerca de tu vida, dispuesto a salvarte. De ti mismo. Yo, el Señor, te quiero y te alcanzo. Y te lleno de mi Espíritu Santo, de mi fuego, para que seas solo mío.

El juego

10 de diciembre
Viernes II de adviento

Mt 11,16-19 Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan

Unos niños en una plaza siempre estarán jugando, pues no son adultos. Siempre me ha gustado la imagen de unos niños jugando, que no saben que están jugando, y sin embargo juegan. Juego de amor contigo. Hasta que me olvide del juego hasta que cese todo y deje mi cuidado entre las azucenas olvidado.

Gusanillo

9 de diciembre
Jueves II de adviento

Is 41, 13-20 Gusanillo de Jacob

Y claro, me gusta que llames a tu pueblo gusanillo, tan cariñosamente, tan tierno, tan de amante cariñoso, tan cercano, tan poco adecuado para un dios endiosado, tan sencillo, tan de andar por casa en zapatillas; y no contento con eso que insistas y le llames oruga de Israel. Y así me siento llamado por ti, y más. Sigo siendo pequeño y frágil, pero cuento con tu amor cariñoso, que es fuerte.

Inmaculada

8 de diciembre
Inmaculada Concepción

Ef 1, 3-6.11-12 en el Amado

Nos has bendecido en el Amado; con toda clase de bienes, en el amor del Amado, que es amante; nos has elegido, en el Amado, antes de la creación del mundo, y cuando me acerco a este misterio me entra vértigo; en el Amado nos llamas a ser santos e irreprochables ante él por el amor; nos has destinado, por amor, a ser tus hijos. Como tú fuiste hijo de María, de cuyo ser Inmaculada hemos recibido al Salvador.

Consolad

7 de diciembre
Martes II adviento

Is 40, 1-11 Consolad, consolad a mi pueblo, dice el Señor

¡Cuánto desconsuelo, Señor! Ayúdame a consolar mediante el consuelo con que tú me consuelas. Consolar al desconsolado; consolar al que vive prisionero de su propia desesperación; consolar con una presencia silenciosa, pequeña, humilde, alentadora, respetuosa, no invasiva, de la misma manera que tú estás entre nosotros. Consolemos con la buena noticia de tu salvación.

Tu fortaleza

6 de diciembre
Lunes II adviento

Is 35, 1-10 Sed fuertes, no temáis

En mi debilidad me haces fuerte. Solo el asentarme en ti, el saber que tú me sostienes, que tu guardas y amparas mi vida, que tú eres mi vida, me hace fuerte. En medio de las debilidades, de las fragilidades, de las incoherencias, de todo lo que me hace endeble en mi propósito de ser tuyo, está la fortaleza incondicional de tu amor para mí. Gracias, Señor.

amor entrañable

5 de diciembre
II domingo de adviento

Fil 1, 4-6.8-11 Amor entrañable

Es la manera con la que me llamas para preparar tus caminos: el amor entrañable. Un amor desde lo más profundo de mi ser, un amor esencial, un amor verdadero, un amor tierno y cercano, un amor que se hace carne en la carne del amado, como hiciste tú, buen amante. Te pido que mi amor siga creciendo, más y más, en penetración y sensibilidad, para conocerte más y mejor, en las propias entrañas de tu amor.