Dichosas

12 de diciembre
Sábado II de adviento

Ecl 48, 1-4.9-11 Dichosos los que te vieron y se durmieron en el amor

Es a lo que aspiro cada día. A dormirme en tu amor. Mi cabeza recostada en tu pecho. A tu amparo. Y en la esperanza de que un día, al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seré para siempre semejante a ti y cantaré eternamente tu alabanza, en la dicha sin fin.