27 de septiembre
Domingo XXVI
Mt 21, 28-32 Contestó: “no quiero”. Pero después se arrepintió y se fue
Me estás describiendo, Señor, espontáneamente me sale el no, como mecanismo de defensa, para no implicarme, para asegurarme, para defender lo mío. Sin darme cuenta que lo mío es nuestro, que hoy más dicha que entregar la vida siguiéndote, y haciendo, contigo, el bien.