santo Job

28 de septiembre
Lunes XXVI

Job 1, 6-22 El Señor me lo dio el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor

Formaba parte de los estribillos que me repetían en la infancia. Junto con “Todo tiene remedio menos la muerte”. Y también “contigo hay que tener más paciencia que tuvo el santo Job”. Es la mochila que ha ido construyendo mi personalidad, claro, donde ha trabajado a espuertas tu gracia. Sobre todo las dos primeras me han hecho ver que mi vida está en tus manos, que suceda lo que suceda la bendición no se debe apartar de mi boca. Que todo es relativo, y tiene su relativa importancia. La tercera, curiosamente, no minó mi autoestima, sino me adentró en un personaje bíblico apasionante, el santo Job. Como un amigo invisible que tenía más paciencia conmigo que nadie…