Arde el corazón

24 de abril
Miércoles octava de pascua

Lc 24, 13-35 ¿no ardía nuestro corazón?

Arde mi corazón cada vez que te sé, y aunque no te sepa arde sin yo saberlo. Se abren mis ojos cada vez que te reconozco, y aunque no te reconozco eres la niña mis pupilas. Conversas conmigo cada día, te haces presente en mi camino, a veces te presiento, o no te siento, o veo el hueco de tu ausencia que todo lo llena. Pero estás. Y me tienes en ti. Estando en casa o yendo de camino. Acostado o levantado. Tú el Señor de mi vida.