Príncipe de la Paz

23 de diciembre
IV domingo de adviento

Mi 5, 1-4 El mismo será tu paz

La paz que me dejas, la paz que me das. Pon tu paz en mi corazón, en mi vida. la paz de la mansedumbre, la paz del silencio comprensivo, la paz de la empatía con el que me hiere y desprecia, la paz hacia el que me la niega. En mis violencias hazme ser un instrumento de tu paz, Señor. Sobre todo en estos días en que te acercas hasta nosotros, Príncipe de la Paz.