Con tu Palabra

13 de octubre
Sábado XXVII

Lc 11, 27-28

Alcanza mis ojos, y mi corazón, el mismo evangelio que leímos ayer. Y de nuevo, en una letanía repetida de oración incesante, te pido Señor que escuche tu Palabra, que la guarde en mi corazón, que la encarne en mi ser, que la cumpla, que dé frutos abundantes para gloria de tu nombre. Pues sin ti nada se, nada puedo, nada alcanzo.