Los confines

10 de noviembre
Viernes XXXI

salmo 97 Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios

Las tierras vírgenes de Nueva Zelanda, las islas ignotas de la polinesia, las barreras de coral, los desiertos de nieve de la Antártida, los glaciares y su tiempo gélido, todo lo que en mi imaginación queda del mundo, todo lo que la desborde, todo lo que la palabra no alcanza contempla tu gloria y tu salvación, pues la criatura siempre reconoce a su creador. Sin que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza tu pregón y hasta los límites del orbe tu lenguaje.

Almudena

9 de noviembre
Nuestra Señora de la Almudena

Ap 21, 3-5 Todo lo hago nuevo

Así, en María, la novedad de tu palabra hecha carne. Pones tu morada en medio de nosotros, en la ciudad, y se alegran los cielos y goza la tierra con la claridad de tu presencia. en el silencio te adoro, al acercarme al vientre de tu Madre, del que nos llega tu salvación. Novedad singular. Maravilla. Admiración.

Amor mutuo

8 de noviembre
Miércoles XXXI

Rm 13, 8-10 A nadie le debáis nada, más que amor mutuo

De nuevo el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada. Unión contigo en el amor. Unión con todos, los cercanos, los lejanos, los similares, los diferentes. Toda la vida, y la misma muerte, se resume en esto: amarás a tu prójimo como a ti mismo. Así, de nuevo, lo dejo todo por tu amor, cargo la cruz de cada día, respondo a la llamada de ser tu discípulo.

A los otros

7 de noviembre
Martes XXXI

Rm 12, 5-16 Que cada cual estime a los otros más que a sí mismo

Con Pablo nos entregas, Señor, un compendio ético para que actuemos el bien que tú nos regalas, para que vivamos la belleza a la que nos llamas, para que caminemos en la verdad esplendorosa de tu amor. Entre todos los consejos, tan dignos de rumiar durante el día de hoy, me quedo con esta regla de oro, que viviste en primera persona: que cada cual estime a los otros más que a sí mismo, y esté dispuesto a entregar su vida por amor. Hazlo tú en mi, Señor.

Abismo

6 de noviembre
Lunes XXXI

Rm 11, 29-36 ¡Qué abismo de riqueza de sabiduría y de conocimiento el de Dios!

En tu abismo me abismas, me regocijas con un gozo sereno, me rodeas de cantos de liberación, me vistes con la hermosura de tu sabiduría, con las joyas de tu misericordia, con el conocimiento intuitivo e insondable de tu amor. Incienso perfumado, laúdes y vihuelas, adoración.

Gracias

5 de noviembre
XXXI Domingo

I Tes 2, 7-9.13 Damos gracias a Dios sin cesar

Una acción de gracias permanente, Señor, por tu bondad, por tu acción misteriosa en mi vida, por tu acción manifiesta. Te doy gracias, Señor, porque todo lo que tengo viene de ti. Al ofrecerte cada día me pongo en tus manos y te pido que hagas de mí lo que quieras, pues sea lo que sea quiero darte, y te doy, gracias. Sin cesar. Por tu gran piedad para conmigo, por tu misericordia.

The last one

4 de noviembre
Sábado XXX

Lc 14, 1.7-11 Vete a sentar en el último puesto

Allí es donde me gustaría estar. Unido a ti. Junto a tu cruz. Desapercibido de todo. Olvidado. Alejado de los focos de este mundo. Escondido en ti para que se manifieste que no es mi fuerza, sino el poder de tu gracia, el que actúa en mi.

Dolor de corazón

3 de noviembre
Viernes XXX

Rm 9, 1-5 Siento una gran tristeza y un dolor incesante en mi corazón

Por todas las personas que viven separadas de ti, de tu amor, por todos aquellos que no te conocen -¡ay de mi porque no evangelizo-, por todos aquellos que te rechazan, por todos aquellos que no experimentan tu gran amor, tu presencia salvífica en sus vidas. Dolor incesante en mi corazón porque me separo de ti, por mi amor ni frío ni caliente, por la tibieza de mi seguimiento, porque no soy un fiel discípulo tuyo.

Fieles difuntos

2 de noviembre
Los fieles difuntos

Rm 6,3-9 Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él

Creo que eres la resurrección y la vida; creo en la resurrección de los muertos, en el perdón de los pecados y en la vida eterna. Amén.

En esta conmemoración de los fieles difuntos pongo ante tu misericordia, Señor, a todos los que este año han fallecido, especialmente a aquellos por los que he celebrado su funeral.

santos

1 de noviembre
Todos los santos

Mt 5 Dichosos

En ti, Señor, recobra el hombre la santidad primera, la dicha, el bienestar, la plenitud, la felicidad sin ocaso, la pureza de corazón, la verdad de la vida, el verdadero ser del ser. Todos llamados en ti a la santidad de vida. En tus manos estamos, Señor, con todos los santos que ya son semejantes a ti en la gloria, que cantan eternamente tus alabanzas. Y con todos los santos que viven el día a día de la fe, la esperanza y la caridad, sin mayores alharacas, dando testimonio de tu amor y de tu gloria.