20 de noviembre
Lunes XXXIII
Lc 18, 35-43 Jesús, hijo de David, ten compasión de mi
Ten compasión de mi ceguera, de mi estar sentado al borde del camino, de mi pobreza que mendiga, de mi grito de auxilio, de mi reconocerte como señor de mi vida, de mi deseo de ti, de mi fe vacilante pero puesta en ti, dulce Jesús mío, te misericordia de mí.