De barro

16 de junio
Viernes X

II Cor 4, 7-15 Llevamos el tesoro en vasijas de barro

Tú mejor que nadie sabes de mi fragilidad, de abismo que me cerca, del precipicio de cristales por el que camino, y sin embargo así se ve que tanto don, que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de nosotros. En mi debilidad me haces fuerte. Todo no conforme a mis méritos, ninguno, sino conforme a tu bondad.