17 de enero
Martes II
Hb 6, 10-20 Te llenaré de bendiciones
Así estamos, Señor, colmados de tu gracia y bendición. Muchas de ellas pasan desapercibidas. La mayor bendición es estar con vida y caminar en tu presencia. Saber que me tienes en la palma de tu mano, que has tatuado ni nombre en tus entrañas, que todo lo mío es tuyo, que todo lo tuyo, el caudal inagotable de tu amor, es mío. Dame ojos de fe para saberme amado, bendecido, santificado. Gracias, Señor.
