El Misterio de Dios

1 de septiembre
Lunes XXII

I Cor 2,1-5 Cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios

…no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y ese crucificado….mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu.

Tu Palabra, una vez más, llega oportuna, y me da la clave. Hace diez años, el 1 de septiembre del 2004, me movías a escribir el primer comentario de Dimeunapalabra. Desde entonces, y como siempre, «tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparable es, nadie como tú, Bendito Dios, grande es tu fidelidad». Me abres al misterio que me habita, Gracias, Señor.

09.01