San Juan de la Cruz

14 de diciembre
San Juan de la Cruz

Salmo 79 Que brille tu rostro y nos salve

“Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías; y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí. Pues ¿qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto, y todo es para ti. No te pongas en menos ni repares en meajas que se caen de la mesa de tu Padre.” San Juan de la Cruz, oración de un alma enamorada.

Que se haga en tu silencio y en mi nada esta verdad.

12.14

Bailar

13 de diciembre
Viernes II de adviento

Mt 11, 16-19 Hemos tocado la flauta y no habéis bailado

¿Por qué vivo sin vivir en mi sin vivir en ti? Si me enseñas para mi bien, ¿por qué no te hago caso, por qué no te sigo por el camino de la entrega sin límites? ¿Por qué no hago de tu ley mi gozo, por qué no la medito día y noche? Dejo mis porqués en el silencio, y me muero en la maravilla de tu amor.

12.13

Desierto fértil

12 de diciembre
Jueves II de adviento

Is 41, 13-20 Pondré en el desierto cedros, y acacias, y mirtos y olivos

Todo lo haces nuevo, todo lo haces fecundo, todo lo transformas, todo en ti y tú en todo, pues tú eres el creador de todo, el restaurador de todo, te manifiestas y todo alcanza en ti su plenitud. En tu abundancia desnuda soy.

12.12

Mi alivio

11 de diciembre
Miércoles II de adviento

Mt 11, 28-30 Yo os aliviaré

Venid a mí todos los que estáis casados y agobiados, y yo os aliviaré. Escucho tu Palabra, Señor, y me digo que tú perdonas todas mis culpas, curas todas mis enfermedades, rescatas mi vida de la fosa, me colmas de gracia y de ternura. Tu compasión y tu misericordia es un bálsamo que reconforta. Gracias, Señor, porque quien se acerca a ti encuentra el verdadero descanso en medio de las vicisitudes de la vida.

12.11

Consolad

10 de diciembre
Martes II de adviento

Is 40, 1-11 Consolad, consolad a mi pueblo

Consolad, consolad a mi pueblo, a eso llamas a tu Iglesia, a que sea consuelo de los afligidos y atribulados, de los marginados y empobrecidos, de los que buscan sin saber lo que buscan, de los hombres y mujeres de nuestro mundo que anhelan una buena noticia de salvación. Consolad con mi ternura y mi misericordia, consolad dando mi paz, consolad en mi nombre, pues no quiero que se pierda ni uno solo de estos pequeños.

12.10

Juan Diego

9 de diciembre
San Juan Diego de Cuachtlatoatzin

Is 35, 1-10 Viene en persona, no temáis

Sencillo, con capacidad de admirar y percibir tu presencia divina, que me llega a través de María. Sencillo como el indio Juan Diego querría ser, Señor, para acogerte cuando vengas en persona a visitar mi vida, a entrar en lo que es tuyo para hacerme de una vez por toda lo que soy, santo e irreprochable en ti por el amor. María, en la advocación de Guadalupe, me sigue dando un ejemplo de fe para acogerte. ¿No estoy yo aquí, que soy tu madre?

12.09

Inmaculada

8 de diciembre
Inmaculada Concepción

Lc 1, 26-38 Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo

Maravilla, veinte siglos después, el saludo que le mandas a María a través de Gabriel. Maravilla que te fijes, Señor, en lo que no cuenta, una virgen sencilla, desposada con un varón justo, habitantes de los confines de la tierra, para manifestar tu amor a la humanidad. María, Virgen Inmaculada, te acoge en su seno. Te encarnas en ella y te haces hombre en una mujer a quien, generación tras generación, proclamamos dichosa por haber creído en tu Palabra.

12.08

Adviento VII

7 de diciembre
Sábado I de adviento

Is 30, 19-21.23-24 Se apiadará a la voz de tu gemido

Exponle al Señor tus afanes y él te dará todo lo que pida tu corazón. El Señor te dará lluvia para la semilla que siembras en el campo, y el grano de la cosecha del campo será rico y sustancioso. Tus ganados pastarán en anchas praderas. En toda la tierra habrá ríos y cauces de agua, que brota con tu bendición.

12.07

Adviento VI

6 de diciembre
Viernes I de adviento

Is 29, 17-24 Los oprimidos volverán a alegrarse con en Señor

Hazme, Señor, instrumento de tu alegría ante la humanidad pobre y desamparada, ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea en medio de nuestro mundo instrumento de tu bondad, de tu misericordia, de tu concordia, de tu alegría, de tu paz.

12.06