6 de diciembre
Viernes I de adviento
Is 29, 17-24 Los oprimidos volverán a alegrarse con en Señor
Hazme, Señor, instrumento de tu alegría ante la humanidad pobre y desamparada, ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea en medio de nuestro mundo instrumento de tu bondad, de tu misericordia, de tu concordia, de tu alegría, de tu paz.
Tu venida, Señor, tan próxima, tan cercana, quizá nos haga comprender que nos amas. A todos. También a aquellos que piensan de forma distinta a la nuestra.
Y para Ti, Padre eterno, cada persona es única. Porque somos tus hijos. Y nos amas.