6 de diciembre
Viernes I de adviento
Is 29, 17-24 Los oprimidos volverán a alegrarse con en Señor
Hazme, Señor, instrumento de tu alegría ante la humanidad pobre y desamparada, ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea en medio de nuestro mundo instrumento de tu bondad, de tu misericordia, de tu concordia, de tu alegría, de tu paz.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
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Tu venida, Señor, tan próxima, tan cercana, quizá nos haga comprender que nos amas. A todos. También a aquellos que piensan de forma distinta a la nuestra.
Y para Ti, Padre eterno, cada persona es única. Porque somos tus hijos. Y nos amas.