Tus besos

2 de marzo
Sábado II semana

Lc 15, 1-3.11-32 Se le echó al cuello y se puso a besarlo

Así es tu perdón, desbordante. Te echas a mi cuello, me abrazas desde tus entrañas de misericordia que conmueven mis entrañas. Tu cuerpo me acoge, se vuelca en mí, caldea mis fríos, llena de vida mis muertes. Me besas, me arrasas en tu bondad de padre, de Dios amoroso. Me vistes de luz, me transfiguras, me alcanzas, me derribas, me derrotas. Gracias, Señor, porque echas a correr hacia mí, te echas a mi cuello y te pones a besarme con los besos de tu boca, pronunciando mi salvación.

03.02