¿Cuándo?

20 de noviembre

Cristo Rey

Mt 25, 31-46 Señor, ¿cuándo te vimos?

Pregunta en la que ya nos estamos jugando, en este mundo, el contemplar tu gloria, tu rostro de buen pastor, de Rey. ¿Cuándo te vimos, cuándo fuimos como tú buen pastor que ve en el pobre y abatido una posibilidad de ser más humano? ¿Cuándo hemos reparado las fuerzas del que tiene hambre o sed, del necesitado? ¿Cuándo nos hemos acercado al pobre de solemnidad, y le hemos dado de lo que somos, sin esperar nada a cambio, ni tan siquiera sabiendo que estás tú en él? Preguntas de hoy…

Acción de gracias

19 de noviembre
Sábado XXX

Salmo 9 Te doy gracias, Señor, de todo corazón

Esta semana tu palabra me ha unido a tu luz. Cierro los ojos para ver tu claridad. Abro los ojos del interior para ver en todas las personas que me rodean el rastro de tu luz. Me encuentro con la realidad transfigurada por tu belleza, más allá de todo concepto, en la cercanía y el misterio de tu luz, que todo lo baña, todo lo ilumina, y todo lo devuelve a su ser. Te doy gracias, Señor, de todo corazón.

 

Casas de oración

18 de noviembre
Viernes XXX
Lc 19, 45-48 Mi casa es casa de oración

Cada uno de nosotros, Señor, somos tu casa, pues tú habitas en nosotros, somos edificación tuya, estamos cimentados sobre Ti. Y ciertamente nos hemos convertido en una cueva de bandidos. Devuelve a tu casa la luz de tu presencia; regálanos con tu paz. Haznos encuentro y oración.

Paz

17 de noviembre
Jueves XXX

Lc 19, 41-44 Si al menos tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz

La paz que brota de la justicia, que se besa con ella; la paz que has venido a traer al mundo; la paz que anunciaron los ángeles a los pastores; la paz que nos dejas y nos das.  La paz de la que está necesitado nuestro mundo. Hazme, Señor, un instrumento de tu paz. Hazme un trabajador de la paz. Que donde haya odio, yo ponga amor.

 

Luz IV

16 de noviembre
Miércoles XXX

Salmo 16 Al despertar, Señor, me saciaré de tu semblante

Al despertar, Señor, salgo de la noche y entro en el día. Al despertar tomo conciencia de la realidad. Al despertar me encuentro con los ojos abiertos a mi ser criatura en tus manos. Al despertar, Señor, me doy cuenta y la vida se ilumina. Porque al despertar veo tu rostro cercano, y a tu ser ser conmigo,. Pr eso cada despertar es una aurora de júbilo.

Luz III

15 de noviembre
Martes XXX

Lc 19, 1-10 Trataba de distinguir quién era Jesús

No solo quiero ver, Señor, como el ciego sino que quiero verte. Y si no tengo tu luz, ¿cómo distinguiré tu rostro en medio de las sombras? Y si no tengo tu luz, ¿cómo veré la realidad transfigurada en su ser real? Y si no soy en tu luz, ¿cómo seré en mis vacíos? Y si no soy en ti luz,  ¿dónde estará mi claridad?

Luz II

14 de noviembre
Lunes XXX

Lc 18, 35-43 Jesús, hijo de David, ten compasión de mí

Hacer mía, Señor, la oración de ciego sentado al borde del camino. Hacerla reconociendo mis cegueras, sabiendo que necesito pedir limosna –pues todo es don- , poniéndome delante de ti y contestando con sencillez, y deseo, a la pregunta que me haces: ¿Qué quieres que haga por ti? Señor, que vea otra vez al amparo de tu luz.

Luz I

13 de noviembre
Domingo XXX

I Tes 5, 1-6 Sois hijos de la luz

Somos hijos en el Hijo, Luz de luz, luz que ilumina a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, luz que viene de lo alto, luz que para alumbrar a todos los pueblos, luz transfigurada…luz que penetras en lo más íntimo de mi ser y me iluminas. Desjo las palabras, me expongo a tu luz.

Encontrar fe

12 de  noviembre
Sábado XXXII

Lc 18, 1-8 Cuando venga el Hijo del hombre…

¿encontrará fe en esta tierra? No me quiero ir por las ramas, Señor, de contestar esta pregunta mirando a los demás, a nuestra sociedad, a nuestro mundo. Simplemente te pido que me ayudes a descender a lo más íntimo de mi ser y allí dejarme interrogar por tu Palabra. Cuando vengas, y cada día vienes a mí, ¿qué fe encuentras en mi ser tuyo?

 

Vanos

11 de noviembre
Viernes XXXII

Sab 13, 1-9 Eran naturalmente vanos todos los hombres…

Que ignoraban a Dios y fueron incapaces de conocer al que es, partiendo de las cosas buenas que están a la vista…pues tú eres el autor de la belleza. No quedarme en las cosas en sí, sino ir al principio y fundamento de todo, que está en ti, que de ti recibe la vida. Alejarme de la vanidad y de la confusión tan propicia.  Salir de la ceguera. Abrir los ojos para ver. Para verte.