5 de marzo
Sábado VIII
Eclesiástico 51, 17-27 La contemplaré
Desde niño te busco, Señor, ansío tu sabiduría, busco tu luz y tu verdad, anhelo los tesoros de tu corazón, la belleza de tu rostro que resplandece. Desde niño te busco en los más cercanos, en los pobres, en los que no cuentan… Tu sabiduría, que me hace crecer, me hace gozar, es yugo glorioso, apego de mi ser, sabrosa al paladar, dulce en mis entrañas. Tú me la ofreces, me haces vislumbrarla, desearla, caminar en pos de Ti. Gracias y perdón. Perdón y gracias.