Adviento VII

4 de diciembre
Sábado I de adviento

Is 30, 19-21.23-26 Apenas te oiga, te responderá

No tendrás que llorar, porque se apiadará a la voz de tu gemido. Esto dice tu Palabra, Señor. ¿Por qué, entonces, tantas personas viven sin esperanza, convencidas de tu silencio, de tu indiferencia, cuando no de tu inexistencia? ¿Por qué, si no te escondes ahora, hay tantos ojos incapaces de ver tu rostro? Preguntas que pongo en tus manos, Señor. Hazme niño para responderlas.

Adviento VI

3 de diciembre
Viernes I de adviento
Is 29, 17-24 Pronto, muy pronto

Inmediatez. Ya estás al alcance de la mano. Ya te vislumbra la mirada. Ya late el corazón, precipitado. Ya el sueño tiene visos de convertirse en realidad. Ya llegas, Señor, ya puedo escuchar tu voz anunciando el Reino tan cerca, tan evidente, tan dentro de mi, en nuestra sociedad. Pronto, muy pronto, los oprimidos volverán a alegrarse con el Señor. Hazme niño.

Adviento V

2 de diciembre
Jueves I de adviento

Is 26, 1-6 Su ánimo está firme y mantiene la paz, porque confía en ti

La paz y el ánimo que a veces tengo proceden de ti, es tan evidente, de la confianza que tú pones en mí, para que confíe. Algo surge desde lo más profundo, con una fuerza alentadora, como si todo el ser encajara desde ti, como si una confianza primordial lo abarcara todo, y renovara el ánimo, y lo envolviera de paz, cuando me abro a ti. Llega el adviento. Hazme niño.

Adviento IV

1 de diciembre
Miércoles I de adviento

Is 25, 6-10 El Señor enjugará las lágrimas de todos los rostros

Cuando tu llegues, Señor, ese es mi anhelo y mi esperanza, no habrá ya más llanto ni dolor, porque enjugarás las lágrimas de los que lloran, de los que en Haití siguen padeciendo, de todos los que son perseguidos por creer en Dios, de los niños abandonados por nuestra falta de solidaridad, de los que…¿Qué hago yo para enjugar, en Ti, las lágrimas de tantos ojos? Hazme niño.