3 de diciembre
Viernes I de adviento
Is 29, 17-24 Pronto, muy pronto
Inmediatez. Ya estás al alcance de la mano. Ya te vislumbra la mirada. Ya late el corazón, precipitado. Ya el sueño tiene visos de convertirse en realidad. Ya llegas, Señor, ya puedo escuchar tu voz anunciando el Reino tan cerca, tan evidente, tan dentro de mi, en nuestra sociedad. Pronto, muy pronto, los oprimidos volverán a alegrarse con el Señor. Hazme niño.
Nano. ¡¡Qué se haga realidad tu súplica!! Qué el reino venga para todos, pero que sea el que Cristo nos instauró; Reino de Paz, Justicia , Amor.
Pido por este deseo desde lo más hondo de mi corazón
¡¡Ven Señor Jesús a todos!!