Pascua VI

9 de abril
Viernes octava de pascua

Jn 21, 1-14 Es el Señor

Una vez más tu palabra nos muestra cómo el amor reconoce.  El discípulo amado, al que tanto querías, es el que puede verte en medio de la realidad, en la figura del hombre que se acerca. Porque ha sido amado tiene sus pupilas encendidas por el amor y el amor transforma su mirada. Se que me amas, Señor. Dame una mirada de amado, que en cualquier lugar sea capaz de reconocerte como amante.

04.09