16 de marzo
Lunes III cuaresma
2 Re 5, 1-5 Era un hombre muy valiente, pero estaba enfermo de lepra
De nuevo me obsequias hoy, Señor, con la figura del poverello de Asis. Su beso al leproso siempre me he conmovido, y ha hecho que en mí surja el deseo de darme sin reservas, sin miedos, sin ninguna clase de prejuicio, al rechazado de nuestra sociedad, al que no tiene dignidad de ser humano, siéndolo. Por amor a Ti. Ayúdame tú, Señor, pues yo nada puedo.