Forastero

26 de octubre
Domingo XXX
Ex 22, 20-26 No oprimirás ni vejarás al forastero, porque fuiste forastero…

Ponerse en el lugar del otro, recordar el pasado de precariedad, el presente de debilidad, para dar a los demás la dignidad que también quiero para mi.  Mirar al extranjero, al inmigrante, al diferente, con una mirada de compasión, pues me pongo en su situación y padezco con él. Y hacerlo, Señor,  porque el mandamiento primero es amarte con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser. Y tu gloria es que el hombre viva.