Puerta estrecha

29 de octubre
Miércoles XXX

Lc 13, 22-30 Esforzaos por entrar por la puerta estrecha

¡Qué difícil, Señor! Tendría que decir como el poeta, que si no me agrandas la puerta me achiques a mi, Señor. Porque en un tiempo en que todos los esfuerzos son tenidos como vanos, en un tiempo de estrecheces en los que nos gusta caminar por las grandes autopistas, por las grandes avenidas, y entrar por las puertas del triunfo, es necesario hacerse pequeño, para entrar por la puerta de la renuncia al propio yo, para llegar al tesoro que nos ofreces en el propio corazón. Tan pequeño. Tan grande por Ti.