Dios y dinero

10 de noviembre
Sábado XXI
Lc 16, 9-15 No podéis servir a Dios y al dinero

Son incompatibles. Se repelen. Si tengo en corazón en el dinero, le hago Dios, le adoro, vivo para él, trabajo para él, sueño con él, y a él solo amo. El dinero se convierte en mi amo, me convierto en su esclavo, pierdo mi condición de hombre libre; me olvido de mi prójimo y me olvido de Dios. Si el dinero me domina no hay Dios para mí.

Templo de Dios

9 de noviembre
Nuestra Señora de la Almudena

1 Co 3, 9c-11.16-17 ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu Santo habita en vosotros?

Elijo la fiesta de la Almudena, patrona de la ciudad de Madrid, en España, desde conde escribo estas reflexiones. Elijo la Almudena porque es María la que se hace Señora de nuestra Ciudad  y nos recuerda que, en la medida que nos abramos a tu gracia, tu  Espíritu pone su morada entre nosotros.  Tú, Señor, pusiste también tu tienda entre nosotros, hecho carne en la carne de María. Y desde entonces paseas por las calles de Madrid, aunque a veces no lo sepamos, ni  queramos verte.

Vivir para el Señor

8 de noviembre
Jueves XXXI

Rm 14, 7-12 Ninguno de nosotros vive para sí mismo
Todo en nuestro mundo nos llama a vivir para nosotros mismos. Incluso nos llama a morir para nosotros mismos. Sin ninguna apertura a los otros, a ti, Señor, como auténticamente Otro. Vivimos para nuestro trabajo, para nuestra realización, para nuestro éxito, para nuestra seguridad, para nuestra comodidad, para buscar así lo que consideramos la felicidad. Dice tu Palabra: Si vivimos vivimos para el Señor, si morimos morimos para el Señor, en la vida y en la muerte somos del Señor. Somo tuyos y no nos damos cuenta.

Deuda de amor

7 de noviembre
Miércoles XXXI

Rm  13, 8-10 A nadie le debáis nada, más que amor

Me he quedado enganchado en esta frase de San Pablo , que por otra parte, no recordaba. Me pregunto, Señor, sobre la deuda de amor en mi vida. A ti te debo amor, pues solo tú me arrullas y acunas, me sostienes en tu amor generoso. A mis padres les debo el amor que me ha dado la vida; a algunos amigos y amigas que me aman les debo amor. ¿Cómo pagar tanto bien que me hacéis? Con amor. Sígueme amando para que pueda amar como tú, Señor. Y hacerlo de forma gratuita, a los que no me aman, a los más necesitados.

Firmes en la tribulación

6 de noviembre
Memoria de los mártires de España del siglo XX

Rm 12, 5-16  Estad firmes en la tribulación

Por primera vez se celebra en la Iglesia esta memoria, tras la beatificación de 498 mártires a finales de octubre. Su caridad no fue una farsa, aborrecieron lo malo y se apegaron a lo bueno, estimaron más a  los demás que a sí mismos, se mantuvieron ardientes en el espíritu, la esperanza en Ti, Señor y dador de vida, les mantuvo alegres y firmes en la tribulación cuando, dando su vida por ti, se convirtieron en tus mártires y testigos. Que nosotros también lo seamos.

Abismos

5 de noviembre
Lunes XXXI

Rm 11, 29-36 Qué abismo de generosidad, de sabiduría y conocimiento el de Dios

¡Qué abismo, Señor! Tan insondable y tan cercano, tan Otro y tan mío, tan Dios y tan mío, tan Dios y hecho hombre en Jesucristo.  Me acercas a Ti, misterio inalcanzable, en tu generosidad, con tu sabiduría, mostrándome el rostro de Jesucristo e invitándome a abandonarme en él para alcanzarte a ti, tan inalcanzable. Así estoy, ante ti, sin sabiduría ni conocimiento, con la generosidad que procede de Ti.

Amas a todos

4 de noviembre
Domingo XXXI

Sb 11, 22-12,2 Te compadeces de todos, Señor, porque amas a todos los seres

Señor, el mundo entero es ante ti como grano de arena en una balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre la tierra…pero Tú, en tu bondad infinita, te compadeces de todos y amas a todos. Y entrar en esta dinámica de amor admirable, que crea y recrea, me llena de gozo. Somos pequeños, y por pequeños grandes porque somos fruto de tu amor. Por ello en esta mañana de domingo de alabo, Señor.

 

 

Ultimo puesto

3 de noviembre
Sábado XXX
Lc 14, 1.7-11 Vete a sentarte en el último puesto

Hazlo por iniciativa propia, hazlo sin buscar ningún reconocimiento, hazlo con libertad y naturalidad, hazlo porque es lo que Jesús te dice hoy en el evangelio. Hazlo a pesar de la tendencia que todos tenemos a aparentar, a exigir que se nos considere, que se nos tenga en cuenta, que seamos significativos para quien manda, quien…cuánta energía perdida, cuántos desvelos, sin darnos cuenta que tú has muerto en la cruz, maldito, abandonado de todos.

Cuerpo glorioso

2 de noviembre
Conmemoración fieles difuntos

Flp 3, 20-21 El transformará nuestro cuerpo humilde en cuerpo glorioso como el suyo

Desde el bautismo estás transformándome en Ti, Señor, respetando mi libertad, dejándome responderte desde mi responsabilidad. Creo que encierras en mi el germen de tu cuerpo glorioso, pues me tienes unido a ti, pues habitas en mí, pues desde lo profundo de mi ser me estás llamando a abrirte todas las compuertas. Quiero creer, y por ti  creo, que esta unión será definitiva en el momento de la muerte, cuando te vea cara a cara, y me llenes de ti. Quiero creer, y creo, en la resurrección de los muertos. De los que mueren poco a poco cada día, de los que mueren siempre en ti. Somos en ti, somos tuyos. Y tú nos das la vida.

 

 

Todos los santos

1 de noviembre
Todos los santos
Mt 5, 1-12 Dichosos…

En algunos funerales que he celebrado recientemente he proclamado las bienaventuranzas: Dichosos. Convencido, sea cuan sea la vida que  estemos viviendo, que tú nos llamas a la bienaventuranza, a la felicidad, a ser santos entre tus santos, a vivir poseyendo tu reino, siendo consolados, heredando la tierra, siendo saciados por ti. Llamados a la dicha, aunque tantas veces no nos demos cuenta y vivamos como si no lo fuéramos. Hoy unidos en comunión con toda la santidad de la iglesia, la santidad de tantos hombres y mujeres que viven en lo sencillo y lo oculto, desde ti y tu evangelio. Gracias, Señor.