Salvados de la trampa

24 de octubre
Miércoles XXIX
Salmo 123 Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa de cazador

Habíamos caído en la trampa e, inexplicablemente, la trampa se ha abierto. Volvemos a volar, a disfrutar de la libertad, a cantar  y que en nuestro canto, y sin saberlo, vaya un himno de alabanza al Señor, nuestro Dios, pues de él viene nuestro auxilio, de él, que hizo el cielo y la tierra, que me ha hecho a mí, que se preocupa de nosotros y por eso nos libera y nos ofrece la salvación. Y en su nombre nos invita a ofrecerla a los demás.