La pastora

22 de julio
Domingo XVI
Lc 10, 38-42 Andas inquieta y nerviosa con tantas cosas. Solo una es necesaria

Quiero escucharte esta mañana, Señor, y dejar que tu reproche resuene en medio de mis ajetreos, de mis desazones, de mis agobios, de mis inquietudes, de mis nerviosismos, de ese pequeño mundo de circunstancias, tan insustancial, pero que determina tanto el ritmo de mi vida en tantas ocasiones. Escucharte decir: “solo una cosas es necesaria”. Y ahí estás tú.