Discípulo y maestro

14 de julio
Sábado XIV semana
Mt 10, 24-33 Ya le basta al discípulo ser como su maestro

Me basta y me sobra. Pues no soy digno de desatar la correa de tus sandalias. Pues necesario que yo disminuya para que tú crezcas en mi. Porque quiero tener los mismos sentimientos que tuviste tú, que a pesar de tu condición divina no hiciste alarde, sino que te despojaste. Acercarme a ti, dejarme transformar por ti, ser eco de tu decir, de tu hacer. Solo tú puedes darme esta gracia.