10 de abril
Domingo V de cuaresma
Ez 37, 12-14 Os infundiré mi espíritu y viviréis
Recibo tu espíritu, Señor, recibo tu vida. Tu espíritu me vivifica, me saca de las tumbas en las que, muerto, trato de vivir. Es verdad: si el espíritu del que resucitó a jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a Jesús vivificará también vuestros cuerpos, por el espíritu que habita en vosotros.
¡¡Os infundiré mi espíritu y viviréis!! Tu espíritu Señor, regalo de vida, de amor por el hombre.
Siempre estás dándonos vida en abundancia. Has señor que sepa usarla, en bien de los que me rodean.
Creo que me parezco a Marta la hermana de Lazaro en tantas cosas que ne hace pensar y reflexionar sobre el evangelio de hoy…. solo me falta entender todo lo que Jesús nos dice.