24 de junio
Natividad de San Juan Bautista
Lc 1, 55-66.80 La mano del Señor estaba sobre él.
Tu mano, Señor, en la cabeza, llenando la mente con tu Espíritu. Tu mano en mi corazón, acariciando con ternura las entrañas, alentando la vida. Tu mano, Señor, en mi mano, para dar a manos llenas la vida que tú me das. Tu mano, Señor, en mi boca, para purificar mis labios y puedan proclamar que estás entre nosotros.
Tu mano, Señor, desde el nacimiento, en la vida de San Juan.
Durante este primer semestre del año he sentido señor tu mano muchas veces unas dolorosa y gracias a ti la mayoria llenas de cariño y ayuda….. GRACIAS, GRACIAS Ahora quiero ser yo la que sea la mano de Él en los demas….
Tu mano Señor nunca me deja; Ya puedo estar decaída, me levantas, en momentos concretos, me perdonas, en día nublados me das luz, con ella siento que mi vida lleva un camino seguro.¡¡Gracias Señor, por no dejarme sola nunca!!