26 de mayo
Santísima Trinidad
Prv 8, 22-31 En un principio remotísimo fui formada, antes de comenzar la tierra
Desde siempre y por siempre tú eres Dios, Te alabo, te adoro, te venero, Trinidad Santa, comunión de amor, fuente de vida y abundancia, misterio del amor, destino de esperanza, abrazo entrañable en la fe. Antes de que surgieran los manantiales de agua, tú eras agua. Eres cumbre que toca el cielo, hierba de primavera, cielo estrellado, abismo insondable donde se aquietan los remolinos de mi ser. Tú eres mi encanto cotidiano. Juego en tu presencia por la misericordia de tu don.
Entro en tu intimidad nutrida de amor
ilimitado donde me haces morar
entre oscuras claridades tan llenas
de tu aroma y tu dulzura. Volar
quiero a la sombra de tus alas
en la dichosa brisa de tu gozar
eterno, donde encuentro mi ser en Ti.
Me siento agradecida, doy gracias por la gran ternura de Dios.
Todo lo hizo para sus criaturas, y sus obras son todas maravillosas.
Qué yo sepa gozar siempre en ellas de tu Presencia.
Cuando todo se apaga me siento jugar en tu presencia