28 de octubre
San Simón y San Judas
Lc 6, 12-19 Se pasó la noche orando a Dios
Antes de escoger a los doce apóstoles, cimientos de tu Iglesia, te pasas la noche orando al Padre, en íntima intimidad, en silencio, oculto, entregado. Un vez más, sin decirnos nada, nos muestras la fuerza de la oración para la elección, para la evangelización. No un ratito, no un momentito, no algo insustancial, sino la noche entera, orando, la vida entera, entregado, en comunión. la medida que uséis la usarán con vosotros dices en otro lugar, Señor.
Te vi en las piedras, en la arena, en el cielo
te vi tan claro que la mente no me dejó buscarte
porque lo ocupabas todo
el día
la noche
la risa
el llanto…
¿cómo pensar la vida?