Inmaculada

8 de diciembre
La Inmaculada Concepción de María
Ef 1, 3-6.11-12 El nos eligió en la persona de Cristo, antes de la creación del mundo

Recito lentamente el himno de los efesios, poniendo delante de mi la figura de la Inmaculada, contemplando a María. Bendecida con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Sana e irreprochable en el amor. Destinada, en la persona de Cristo, a ser hija, y madre del Hijo, para que la gloria de su gracia, que tan  generosamente  nos ha concedido, redunde en alabanza suya.  María, tan sencilla y humilde, tan llena de Dios.

12.8

Los ojos

7 de diciembre
Lunes II adviento
Is 35, 1-10 Se despegarán los ojos del ciego…

…y así fue verdaderamente, que los signos mesiánicos anunciados por Isaías, el profeta, se cumplieron con tu venida. Los oídos del sordo se abrieron, saltó como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantó. Y lo reseco de nuestro ser se convirtió en vergel porque llegase tú, manantial de frescura, torrente en la estepa, y nos ofreces beber del agua e la vida. Hoy, como hace dos mil años, el mundo se goza con lo signos de tu salvación.

12.7

Preparad el camino

6 de diciembre
II domingo de adviento

 

Lc 3, 1-6 Preparad el camino al Señor

Un año más, Señor, llega hasta mis oídos, entra en mi corazón, la invitación de Juan el Bautista, que es orden para los que quieren acercarse a Ti: preparad el camino al Señor, allanad sus senderos. Me pregunto, Señor, cómo estoy preparando tu venida, cómo me estoy haciendo camino llano para ti, cómo trato de allanar los senderos abruptos de mi  ser. Y al no tener demasiada respuesta, confío en Ti.

12.6

Estás


5 de diciembre
Sábado I de adviento

Is 30, 19-21.22-26  Apenas te oiga, te responderá…

Aunque el Señor te de el pan medido y el agua tasada,  ya no se esconderá tu Maestro, tus ojos verán a tu Maestro. Si te desvías a derecha o a izquierda, tus oídos oirán una palabra a la espalda: Este es el camino, camina por él. Tengo confianza en ti, Señor, tu me muestras el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha. Ya llegas…

12.5

 

Luz y salvación

4 de diciembre
Viernes I de adviento

Sal 26 El Señor es mi luz y mi salvación…

Tiempo de adviento. Tan propicio para decir, el Señor es mi luz y mi salvación. Tú mi luz. Cristo Jesús, luz interior, no dejes que mis tinieblas me hablen, me atrapen, Cristo Jesús, luz interior, ayúdame a acoger tu amor. Este canon de Taizé me acompaña. Desde la oración cantada en centro en ti, en tu luz admirable, en tu fuerza invencible, Señor Jesús.

12.4

Animo y paz

3 de diciembre
Jueves I adviento
Is  26 Su ánimo está firme y mantiene la paz…

¿por qué? ¿por qué en medio de las vicisitudes de cada día, de los problemas más habituales, de las preocupaciones, de las esterilidades, de la conciencia de la propia limitación, del propio pecado, de la constatación de la pobreza y la debilidad personal y colectiva el ánimo está firme y mantiene la paz? Porque confía en Ti, porque es eterna tu misericordia, porque tú eres Dios y tú nos iluminas.

12.3

Mi pastor

2 de diciembre
Miércoles I de adviento

Sal 22 El Señor es mi pastora, nada me falta…

Nada me falta, Señor, pues tú eres tú en mí, y yo soy todo en ti y para ti. Sin ti las cañadas oscuras son más oscuras, y el temor se hace inaudito. Se que tú vas conmigo, y esto me basta. Tú mis verdes praderas, mi fuente tranquila, mi fuerza reparada. Tu bondad y tu misericordia me acompañan, eso me basta. Esa es la verdadera esperanza, tan alejada de los fuegos artificiales con los que se quiere teñir la vida en medio de los desiertos cotidianos. En el desierto, en la falta de fecundidad, estás tú. Allí te encuentro.

 12.2

El renuevo

1 de diciembre
Martes I de adviento

Is 11, 1-10 Brotará un renuevo del tronco de Jesé

El brote de una tierra nueva donde se practique la justicia y la paz, donde todo sea armonía, donde haya y se manifieste la reconciliación universal. De lo antiguo nacerá un renuevo. ¿No lo notáis? Verdaderamente cuesta notarlo, Señor, en medio de tanta desolación, de tanta esperanza edulcorada y falsa, de… Y sin embargo estás ahí, preñando de salvación la historia personal y universal. Esa es la verdadera esperanza. Saber que estás.

12.1

Sin…

30 de noviembre
San Andrés

Salmo 18 Sin que hablen, sin que pronuncien, sin que resuene su voz….

…a toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. El lenguaje del ser apóstol, como Andrés, del ser llamado y responder desde lo profundo del ser, hecho respuesta y don. Con una presencia silenciosa que proclama la vocación recibida de ti. Desde el silencio que se hace palabra, desde la escucha que, acogedora y atenta, muestra el misterio de tu encarnación.

11.30

Adviento

29 de noviembre
I Domingo de adviento
Jr 33, 14-16 Mirad que llegan días en que cumpliré la promesa
Estamos en los días. Mirad. Se nos da un tiempo para darnos cuenta que el Señor viene, que está cerca, que es nuestra salvación. Se nos da un tiempo para preparar los caminos del Señor, para allanar no escarpado de nuestros corazones, de nuestro ser, y dejar que Dios venga sin impedimentos. Se nos da un tiempo para contemplar y esperar con gozo tu venida.

11.29